viernes, 22 de enero de 2010

Organización social, política y económica en la Roma Republicana

ORGANIZACIÓN POLÍTICA

Voy a comenzar hablando sobre las Magistraturas. Se llama "magistratura romana" a la dignidad, cargo y conjunto de atribuciones con las cuales, en la Antigua Roma, se investía a un ciudadano para que desempeñara determinadas funciones relacionadas con la administración y dirección política de la ciudad.

En la República Romana, finalizada la Monarquía (año 509 a. C.), el lugar del rey fue ocupado por dos magistrados a los que se llamó primero pretores y luego cónsules. Según la tradición romana, la aristocracia, para evitar los abusos en que habían incurrido los antiguos reyes, estableció una serie de medidas limitantes al poder de los nuevos oficiales. Así, se dispuso que cada uno tuviera veto sobre la decisiones del otro; que gobernaran sólo por un año; que las penas o castigos que impusieran pudieran ser apeladas ante las asambleas del pueblo (provocatio ad populum) y, que una vez terminado su mandato, fueran responsables por los actos contrarios a la ley que, eventualmente, cometiesen en el cargo.

Existen distintos cargos de las Magistraturas:

Cónsul: Llevó el nombre de Cónsul la magistratura romana creada para sustituir a la monarquía al frente del Estado. Cada año se elegían dos cónsules. Progresivamente van perdiendo atribuciones: primero algunas facultades judiciales civiles y criminales.


Pretores: Eran los encargados de presidir los tribunales, durante un año, aunque finalizado este tiempo podían convertirse en propretores y gobernar otro año sobre unos territorios determinados. Eran ocho, y podían considerarse los ayudantes de los cónsules.


Censores: El Censor era uno de los magistrados colegiados de la antigua República romana, tratándose de una magistratura colegiada formada por dos censores, que eran elegidos cada cinco años por los comitia centuriata presididos por uno de los cónsules. El cargo, denominado censura, era responsable de la realización del censo, la supervisión de la moralidad pública, y de ciertos aspectos de las finanzas públicas.

Tribuno militar: Un tribuno militar es tanto un oficial de una legión romana como un cargo oficial del estado romano. En el periodo republicano había seis tribunos militares asignados a cada legión. Se les daba la autoridad a uno de ellos e iban rotando en el mando entre los seis. Los tribunos eran hombres del rango senatorial, y eran elegidos por el Senado.

Dictador: La dictadura era en la Antigua Roma el gobierno extraordinario que confería a una persona, el dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsul es en virtud de una orden del Senado que tenía la potestad de determinar cuándo era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo.

Decenviros: Cada uno de los diez magistrados superiores romanos encargados de componer las leyes de las Doce Tablas, y que en algunas ocasiones sustituyeron a los cónsules: los decenviros tuvieron que deliberar largo tiempo acerca de los derechos de los libertos. Magistrado menor romano que servía de consejero a los pretores: recibió la consideración de ser nombrado decenviro por el pretor, quien le consideraba un hombre de su entera confianza.

Cuestores: Su función fundamental es la administración del tesoro público. Estos magistrados eran los quaestores aerrarii. Protegían los archivos del estado, que se guardaban en el Templo de Saturno. En los comienzos de la magistratura eran dos cuestores, para ser cuatro a finales del siglo IV a.C.

Ediles: Edil curul, cargo al que podían optar los patricios y los plebeyos, nacido a imagen de los ediles plebeyos. Se encargaba, entre otras tareas, de la organización de los juegos, de la vigilancia de pesos y medidas en los mercados, y de resolver los pleitos menores relacionados con el comercio, siempre bajo la supervisión del Pretor Urbano. Era el primer escalón del cursus honorum. El Edil plebeyo era un cargo reservado a las personas de origen plebeyo, al que sólo podían acceder éstos.

LA ORGANIZACIÓN SOCIAL

Tras largos conflictos entre Plebeyos y Patricios, se consiguió llegar a la igualdad de derechos y la incorporación de los Plebeyos al Populus Romanus.
La Diferencia entre los ciudadanos estaba marcada por la riqueza o el prestigio.
La igualdad de derechos no acabó con los conflictos sociales, estos continuaron por el reparto de tierras que hacia el estado de las nuevas regiones.

LA ECONOMÍA

La economía estaba muy ligada al suelo. Se desarrolló mucho la explotación de los bosques, porque la madera se utilizaba tanto para la construcción de túneles y explotaciones mineras (combustible para los hornos), como para la construcción naval.
Tenían buenos conocimientos técnicos en cuanto a la agricultura (realizaban injertos, utilizaban el arado, tenían un sistema de canales), que se vio fuertemente desarrollada, así como la ganadería.

CARLOS

El último siglo de la República (133-31 a.C.):

LOS HERMANOS GRACO

Los hermanos Graco eran de los pocos romanos que se percataron de la necesidad de emprender reformas urgentes ante el riesgo de que la República se viniera abajo víctima de sus propios vicios. Los hijos de Cornelia recibieron una educación exquisita que les dotó de una visión de la república más vasta que la de cualquier romano.

Tiberio fue elegido tribuno en el año 134 a.C, siendo una de sus primeras medidas una reforma agraria que buscaba reducir las enormes propiedades y dividirlas en granjas de moderado tamaño para que, de esta forma, estuvieran más repartidas entre los ciudadanos y no estuviese en manos de unos pocos; además propuso que la tierra fuese inalienable, es decir, que no pudiese ser vendida ni sustraída. Esto contó con la oposición de los terratenientes que rápidamente iniciaron una campaña de desprestigio acusándole de populista y querer ir contra el orden establecido. Esta medida tuvo éxito y Tiberio no tuvo más opción que atacarles con otra propuesta radical. En ese tiempo Atalo III, rey de Pérgamo, legó su floreciente reino a Roma, haciendo eco de un sentimiento proromano o bien queriendo evitar una guerra civil ante el creciente poderío de Roma, Tiberio propuso que el tesoro y el reino fuesen repartido entre los más pobres, me imagino la cara del patricio corrupto de turno viendo que se quedaba sin un sextercio del pastel, es por ello por lo que organizaron una conjura que puso fin a la vida de este hombre.

Estos hermanos fueron las últimas oportunidades para una república que ya por entonces agonizaba víctima de sus propios vicios y que daría lugar a los dictadores perpetuos como, Sila y Julio César, y finalmente largos siglos de imperio que, en mayor o menor medida, mantuvo siempre la fachada republicana para conseguir la legitimidad de su gobierno, de hecho quién no respeto al Senado tuvo un final un tanto violento (Calígula, Nerón, Domiciano, Cómodo, etc).

LAS GUERRAS CIVILES

La lucha entablada entre las clases sociales, fue el preludio de las guerras civiles que se produjeron más tarde, durante las cuales, con el apoyo de fuerzas militares, se disputaron el poder, sucesivamente, Mario y Sila; luego Pompeyo y César; y más tarde Antonio y Octavio. Cayo Mario, que pertenecía al partido popular, alcanzó prestigio con la denominada guerra de Yugurta. Yugurta, sobrino del rey Micipsa, de Numidia, en el Norte de Africa, que había quedado dependiente de Roma, a la muerte de su tío heredó una parte de sus bienes y para quedarse con el resto no trepidó en dar muerte a sus primos.

Al tener conocimiento de lo ocurrido, los romanos lo citaron para que diera cuenta de sus actos ante el pueblo de Roma. Para librarse de esta difícil situación Yugurta sobornó a un tribuno, quien el día del proceso le impidió hablar y lo hizo salir de Roma impunemente.Esto dio lugar a que los romanos enviaran a África un ejército a las órdenes de Metelo, cuyo teniente era Mario. Este logró captarse la simpatía de los soldados y obtuvo ser nombrado cónsul. En tal carácter se constituyó en defensor de los pobres y se comportó como los Graco. Además, realizó una reforma militar que dio cabida a los extranjeros en el ejército, con lo cual éste ya no fue más un reflejo de la sociedad romana. A partir de entonces los soldados fueron más leales a sus jefes que al estado.


Mario y Sila

La etapa republicana en la Roma de la antigüedad (509 a.C-27 a.C) significó la expansión territorial, las conquistas jurídico-político-sociales de la plebe, el desarrollo económico y comercial, que sin embargo, benefició a unos pocos. Éstos ricos, que en su mayoría eran los que tenían acceso a las magistraturas, dejaron de lado los valores tradicionales, incluso los religiosos, tan respetados en la época monárquica, para hacer gala del lujo, el derroche y la ostentación. Mientras esta clase social de adinerados vivía en la opulencia, los campesinos y proletarios, se sumían en una miseria, de la que les era difícil salir, por el abandono que hacían de sus campos para ir a las campañas militares, y los pesados tributos que recaían sobre sus tierras.
Las reformas que trataron de impulsar los hermanos Graco (130 a. C) fracasaron ante la oposición de las clases poderosas.


Esta situación interna conflictiva, que dividió a Roma en aristócratas y populares, condujo a una guerra civil, liderada por inescrupulosos que usaron al pueblo para consolidarse en el poder. A estos problemas se sumaba el peligro exterior, que viendo una Roma debilitada, tentaba a los pueblos sometidos a recuperar sus antiguos territorios.

Surgieron dos partidos que reflejaban esos idearios opuestos:
El de los optimates, nobles aristocráticos defensores del poder senatorial, y contrarios a las asambleas populares, a la concesión de la ciudadanía a territorios no solo fuera de Italia, sino dentro de la misma península, pero fuera de Roma.


Los populares, seguidores de las ideas de los hermanos Graco, se apoyaban en el poder de las asambleas populares contra el poderoso senado, querían extender la ciudadanía aún fuera de Italia, y realizar reformas agrícolas que favorecieran al campesinado.
Cuando en el año 108 a. C. llegó Cayo Mario al consulado, cargo que ocuparía en siete oportunidades, la plebe vio en él, el símbolo de sus reivindicaciones de clase, ya que se mostraba partidario de la plebe, siendo líder del partido popular. No solo fue elegido cónsul, sino también fue puesto al mando de las fuerzas que lucharían contra Yugurta, en el norte africano. Después de luchar contra Yugurta, rey de Numidia, guerra que terminó con la captura del rey enemigo en el año 105 a. C. gracias a la gestión de Sila, que en ese momento desempeñaba el cargo de cuestor, y contra los cimbros y teutones, Mario cambió su política y dejó de lado al pueblo empobrecido para gobernar en favor de la nobleza aristocrática.
A partir de estas campañas militares ya se despertaban los recelos entre el jefe Mario, y su subordinado Sila, que reclamaba para sí los honores de las victorias. En el año 104 a. C., Mario fue elegido cónsul por segunda vez. Así siguieron sus reelecciones, y sus triunfos, derrotando a los teutones en año 102 a. C y a los cimbrios en el 101 a. C. Al retornar a Roma lo eligieron cónsul por sexta vez en el año 100 a. C.
Los ejércitos cambiaron su composición, se profesionalizaron, y quedaron a cargo no de los campesinos, sino de aquellos sin tierras que recibían una paga por sus servicios, que pronto exigieron tierras en pago de sus servicios, demandas que no pudieron ser satisfechas, incrementando la tensión social.
Los pueblos itálicos deciden unirse contra Mario, conformando la confederación itálica, cuya capital erigieron en Corfinio, e iniciaron una guerra con objetivos sociales.


En el año 94 a. C. la pretura es ocupado por Lucio Cornelio Sila, perteneciente a la clase patricia, que como dijimos, había sido destacado lugarteniente de Mario. Fue acusado por Mario de corrupción y soborno durante su misión contra partos y capadocios. En el año 88 a. C., accedió al Consulado tras derrotar a los rebeldes italianos. Durante su ausencia, Mario aprovechó para tratar de reconquistar su poder, con la ayuda del tribuno de la plebe, Publio Sulpicio Rufo, que de colaborador de Sila y de los optimates, se pasó al bando de los populares.


Desde su cargo logró sancionar un decreto por el cual ponía el mando de las legiones a cargo de Mario, relevando a Sila, que enterado de esto, convenció a sus hombres de atacar Roma. Sila, victorioso, limitó las facultades de los tribunos de la plebe. En el 87 a. C dirigió una campaña contra el rey del Ponto, Mitrídates, momento que aprovecharon los populares para vengarse, estallando una nueva revuelta, al mando de Cinna, que había sido puesto al mando del Consulado, que unido a Mario, y a su hijo del mismo nombre, que había armado un ejército en su exilio en África, atacaron a los optimates dirigidos por Octavio. El senado quedó en poder de los populares que ordenaron el exilio de Sila. Mario tenía ya 71 años cuando asumió el consulado por séptima vez. Solo lo hizo por 17 días, al cabo de los cuales falleció.
Sila regresó victorioso de su campaña militar. Mario ya había muerto, Cinna también, y después de vencer al ejército de Mario el joven (hijo de Mario) y de Papirio Carbón, a cuyos hombres reprimió con extrema dureza, fue proclamado por el senado, en el año 82 a. C como dictador, con funciones legislativas y de organizar la Constitución. Su cargo de dictador perpetuo era ilegal (la dictadura romana no podía durar más de seis meses) y omnipotente, pero intentó dar visos republicanos a ese período, dando mayor poder al senado, cuyo número elevó de 300 a 600, y limitando las potestades de los magistrados, estableciendo edades mínimas para el desempeño de los cargos, y sobre todo el de los tribunos de la plebe, que solo podían presentar proyectos legislativos con autorización senatorial, y cercenando su capacidad de veto.
Ejerció un gobierno de terror y proscripciones contra sus enemigos políticos, a quienes se les confiscaban y vendían sus bienes.


En el año 80 a. C, Sila abdicó en Cneo Pompeyo, que era además de su lugarteniente, su yerno.


Es difícil encontrar en la historia un ejemplo donde un cambio drástico en la estructura de un estado, e incluso toda una sociedad en su conjunto, no se dé debido a un debilitamiento o una magna crisis que altere sus bases y permita dicho cambio pasar inadvertido entre el caos del conflicto.


El Primer Triunvirato no fue la excepción a esta regla, y su razón de existencia se da producto a una de las mayores crisis sufridas por la República, una crisis que en efecto la desangraría mortalmente y que sería uno de los desencadenantes del nacimiento de Imperio. Desde un principio el Triunvirato estuvo destinado a su autodestrucción, tres personalidades enormemente influyentes y poderosas compartiendo el poder da como resultado la imposición de una sobre el resto y una lucha por este poder. De estos tres hombres poderosos curiosamente el que se impondría sería el que menos poder económico y militar poseía, pero que a su vez contaba con la mayor ambición, falta de escrúpulos e inteligencia necesaria como para lograrlo. La historia misma ha juzgado a esta monarquía disfrazada de democracia de muchas maneras. Desde considerarla un 'monstruo de 3 cabezas' como la daría a llamar Varrón, a denominarla la salvación de la democracia popular Romana, quitándole poder al Senado y otorgándoselo a los Tribunos del pueblo. Pero el Triunvirato no debe ser interpretado como algo oficial, que nunca lo fue, sino como una unión, en principio secreta, de 3 hombres poderosos los cuales mediante el intercambio de influencias y poderes lograron dominar la política Romana a su gusto y placer.

JULIO CÉSAR


Su gobierno estuvo caracterizado por una política muy agresiva en la que sometió a la práctica totalidad de pueblos celtas en varias campañas. Este conflicto, conocido como la Guerra de las Galias, finalizó cuando el general republicano venció en la Batalla de Alesia a los últimos focos de oposición, liderados por un jefe arverno llamado Vercingétorix. Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania.
Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el
Senado, en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si entraba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó presentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció la inmortal frase "Alea iacta est" (la suerte está echada) iniciando así un conflicto conocido como la Segunda Guerra Civil de la República de Roma, en el que se enfrentó a los optimates, que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Su victoria, basada en las derrotas que infligió a los conservadores en Farsalia, Tapso y Munda, le hizo el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictator perpetuus —dictador vitalicio— e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objeto de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto, urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en las idus de marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Senado.

Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César; Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio.



Segundo Triunvirato


El Segundo Triunvirato fue una alianza por cinco años realizada entre Marco Antonio, César Octaviano y Marco Emilio Lépido, tras el vacío de poder originado por el asesinato de Julio César. El 11 de noviembre de 43 a. C. se produce la Entrevista de Bolonia, de la que sale el Segundo Triunvirato (43 a. C. - 38 a. C.). El 23 de noviembre de 43 a. C., con la Ley Titia se hace oficial dicho pacto, se limita su vigencia a 5 años, y se procede al reparto territorial:
Sicilia, Cerdeña y África para Octavio.
Galia Cisalpina para Marco Antonio.
Galia Narbonense e Hispania a Lépido.
En el 38 a. C., el segundo triunvirato se renovará por cinco años más, esto es hasta el 33 a. C.
La denominación oficial de este triunvirato era Triumviri Rei Publicae Constituendae Consulari Potestate (en Español: Triunvirato para la Constitución de la República con Poder Consular; abreviado en Latín como: III VIR RPC). El poder con el que contaban los Triunviros era muy superior al que poseían todos los demás hombres de estado juntos, dándoles una increíble libertad de acción y decisión en la política Romana. Su poder era prácticamente ilimitado, siendo el margen de cinco años el único freno o "control" a su mando, aunque de todas maneras, este podía ser renovado (como así fue en su momento). Si bien los integrantes del Triunvirato poseían un poder superior al consulado, como su mismo nombre indica, éstos también serían designados como Cónsules, lo que no deja de ser algo irónico.
Después de la muerte del autócrata, Julio César, Marco Antonio expulsó a sus asesinos Casio y Bruto a Grecia y se hizo con el poder. Sin embargo no contaba que César nombraría como sucesor suyo a su sobrino Octaviano. Éste regresó a Roma en mayo del 44 a. C. a hacer valer su título de sucesor, pero Marco Antonio lo ignoró.
El Senado romano, que odiaba a Marco Antonio, reconoció el mando supremo que Octaviano reclamaba y le encargó la tarea de derrotarlo. Sin embargo, el sobrino-nieto de César no era tonto, él sabía que el Senado sólo deseaba usarlo para acabar con Marco Antonio y luego le despreciaría también, por lo que en secreto se reunió con Marco Antonio en una isla cerca de Bolonia. Los dos acordaron que junto con Marco Emilio Lépido, se enfrentarían al partido senatorial y le impondrían sus decisiones.
Los tres comandantes regresaron triunfantes a Roma donde revelaron una cláusula secreta de su pacto: los principales miembros del partido conservador, los Optimates debían morir. Una lista de 300 senadores y 2000 caballeros condenados a muerte fue publicada, y el primero de la lista no era otro que el famoso orador Marco Tulio Cicerón. Los bienes de los proscritos fueron repartidos entre los ejecutores y el bando republicano sufrió un terrible golpe, más aún poseía un ejército poderoso en Grecia, bajo las órdenes de los asesinos de César (Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino).
Marco Antonio y Octaviano partieron a Macedonia a vengar la muerte de César, y derrotaron a Casio y Bruto en la Batalla de Filipos en el 42 a. C. A continuación los triunviros se repartieron Roma. Marco Antonio, el hasta el momento indiscutible líder, se apoderó de las ricas provincias del Oriente, mientras que a Octaviano le tocó la endeudada Italia y las provincias de Occidente, a Lépido lo marginaron y le entregaron las menos valiosas provincias africanas.
Mientras que Octaviano se enfrentaba continuamente en Roma a disturbios y a reclamos de todos los sectores del país, Marco Antonio vivía una vida lujosa y despreocupada en el rico Egipto junto a la reina Cleopatra.
Octaviano, consciente de que Marco Antonio aún era poderoso en Roma, intentó por todos los medios mantener buenas relaciones con él, incluso llegó a perdonar a su hermano Lucio Antonio, que había intentado sublevar el país, y le entregó a su hermana Octavia como esposa. Con inteligencia, Octaviano logró derrotar uno por uno a todos sus enemigos políticos, y logró tranquilizar tanto al pueblo como a la burguesía. Además con la ayuda de su amigo Agripa, logró derrotar a Sexto Pompeyo que dificultaba la entrega de cereales a Roma, lo que originó una opinión pública favorable hacia él. En el año 36 a. C. Octaviano le quitó las provincias africanas a Lépido y lo apartó de la vida política. Finalmente Octaviano había asegurado su posición como señor de occidente y empezó a preparar el panorama político y militar para su inminente ruptura con Marco Antonio.
Marco Antonio facilitó las cosas a Octaviano, no sólo empezó a sufrir derrotas en las batallas, sino que repudió a Octavia para casarse con Cleopatra. Octaviano era un maestro de la propaganda y volcó la opinión en Roma completamente en contra de Marco Antonio cuando reveló que éste pensaba donar provincias romanas a la reina de Egipto y a sus hijos.
En el 31 a. C. el Senado romano, controlado por Octaviano, declaró que Marco Antonio era inútil para el triunvirato y declaró la guerra a Cleopatra.
En la Batalla de Accio (31 a. C.) los dos bandos se enfrentaron, Marco Antonio y Cleopatra fueron derrotados y se suicidaron poco tiempo después. De esta manera Octaviano pasó a llamarse Augusto y se convirtió en el primer emperador romano.




Bárbara, Diana y Elena

LA EXPANSIÓN ROMANA EN EL MEDITERRÁNEO (mediados del siglo III a mediados del siglo II a.c.)




LAS GUERRAS PÚNICAS (264-146 a.C.)

Las Guerras Púnicas fueron una serie de tres guerras que enfrentaron entre los años 264 a. C. y 146 a. C. a las dos principales potencias del Mediterráneo de la época: Roma y Cartago.
Durante el siguiente periodo de la historia de la República, Roma, que centraba su poder en la península Itálica, mantuvo tres guerras con la mayor potencia marítima de la época: Cartago. Roma venció en los tres enfrentamientos, conquistó las islas de Sicilia, Cerdeña y Córcega, y hasta destruyó la propia ciudad de Cartago. Obtuvo así el control del mar Mediterráneo.

PRIMERA GUERRA PÚNICA (264-241 a.C.)

La Primera Guerra Púnica (264- 241 a. C.) fue el primero de tres grandes conflictos bélicos entre las dos potencias predominantes del Mediterráneo Occidental, la República romana y la República cartaginesa. Durante 23 años, las dos potencias lucharon por la supremacía en la zona.Cartago, ubicada en lo que hoy es el norte de Túnez, en África, era el poder dominante en el mediterráneo occidental al comienzo de estos conflictos. Sin embargo, Cartago saldría finalmente derrotada de la guerra, habiendo de ceder Sicilia a los romanos y debiendo soportar unas duras condiciones financieras en el tratado de paz. El conjunto de guerras entre Roma y Cartago se conocieron como "Guerras Púnicas".

SEGUNDA GUERRA PÚNICA (218-201 a.C.)

La Segunda Guerra Púnica es el más conocido de los enfrentamientos bélicos acaecidos en el marco de las Guerras Púnicas entre las dos potencias que entonces dominaban el Mediterráneo occidental: Roma y Cartago. La contienda se suele datar desde el año 218 a. C., fecha de la declaración de guerra de Roma tras la destrucción de Sagunto, hasta el 201 a. C. en el que Aníbal y Escipión acordaron las condiciones de la rendición de Cartago.





Javier y Miguel



jueves, 21 de enero de 2010

LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA REPÚBLICA ROMANA

Tras la expulsión de los reyes, se estableció en Roma una forma de gobierno republicana, de tipo oligárquico, sustentada por los patricios, descendiente de familias nobles romanas, cuyo poder se basaba en la propiedad de la tierra.




1. Conquista de la península Itálica

Recién proclamada la república, los romanos tuvieron que hacer frente a los etruscos, que intentaron instaurar la monarquía sin éxito. En la primera mitad del s. IV se caracteriza por las luchas contra tres oleadas de invasiones de galos, que en el 390 llegaron a ocupar y saquear Roma. Roma consolida su hegemonía sobre el Lacio y con la toma de Veyes, ciudad etrusca, se libra temporalmente de la amenaza etrusca.

Entre 343 y 290, Roma se enfrentará al belicoso pueblo de los samnitas. Después de éstas tres guerras, Roma vence a los samnitas y también a los galos y etruscos que se habían aliado con éstos y se anexiona la Campania.

La conquista de la Magna Grecia 280 a 272. Muchas colonias griegas del sur de Italia ya se habían aliado con Roma, de manera que Tarento solicitó ayuda de Pirro, rey del Epiro, quien fue finalmente derrotado por los romanos en Benevento. Tarento es tomada en el 272. Dos años después los romanos completan la conquista del sur de Italia con la toma de Regio, en la punta de la península.






2. Conflicto entre Patricios y Plebeyos (494-287 a.C.)

El conflicto patricio plebeyo marca un hito importante en la Historia de la República romana al conseguir la plebe el reconocimiento a su peso importante dentro de los condicionantes preimperiales que se estaban produciendo. En resumen, es una sucesión de conflictos entre patricios y plebeyos que dio lugar a profundos cambios políticos e institucionales en Roma.

Patriciado: familias que a lo largo de la etapa monárquica habían monopolizado el poder en Roma. Participaban en el Senado, poseían la mayor parte de las tierras, dominaban en el ejército y controlaban las asambleas centuriadas. Con el paso de la monarquía a la república, su preponderancia se hizo mayor.


Plebe: resto de la población no patricia. Grupo heterogéneo desde el punto de vista económico, ya que englobaba desde gente muy pobre a individuos ricos. El enfrentamiento de los plebeyos con el patriciado romano hizo que estos se configuraran como un estamento social y un grupo político reivindicativo desde el siglo V a.C.




Código de las XII Tablas (451-449 a.C.)

La elaboración de un código legislativo escrito era una de las reivindicaciones de los plebeyos por lo que en el año 451 un colegio de diez patricios ("decemviri") asumió el gobierno de Roma con la misión de recopilar el derecho romano por escrito en el plazo de un año. Para ello se envió una comisión a Grecia.
El código legislativo romano quedó plasmado en doce tablas en el año 450. Una vez realizado su cometido los decemviri no abandonaron el poder hasta que finalmente en el 449 fueron depuestos y se restituyó la magistratura consular.
Sólo una ley de este código aludía al conflicto de patricios y plebeyos: aquella que prohibía los matrimonios mixtos.


Etapa final de lucha: Lex Hortensia (287 a.C.)

Tras la apertura del consulado de los plebeyos en el año 367, todas las demás magistraturas incluidas la pretura urbana y los sacerdocios romanos fueron haciéndose accesibles a los plebeyos. -La lucha por la paridad política entre patricios y plebeyos fue dirigida por una minoría de plebeyos ricos aliados con el sector mÁs progresista del patriciado. Al equipararse en derechos, patricios y plebeyos dejaron de tener sentido las magistraturas y asambleas plebeyas, pero estas subsisten adaptándose a la nueva situación política:

Tribunado de la plebe: se convirtió en una magistratura que pretendía defender a cualquier ciudadano ante el poder del estado

Edilidad de la plebe: se fusionó con la edilidad curil.

Concilia plebis
: se convirtieron en comitia tributa, asambleas generales todos los ciudadanos romanos ordenados según su domicilio.






Laura, Patricia y Carmen.


viernes, 15 de enero de 2010

RES PUBLICA POPULI ROMANI

Salve, alumni!

Dedicamos esta nueva sesión en el Althia al tema de la República en Roma, período que como sabéis se prolonga desde el año 509 a.C. hasta el 31 a. C. Se trata de una etapa completamente distinta a la monárquica en la que el rey es sustituido por dos cónsules. Es en este momento de la historia cuando se crean las "magistraturas" o cargos públicos de la administración. Asimismo, se fueron promulgando leyes para regular los derechos y los deberes de los ciudadanos.

La República fue un período marcado por las guerras de expansión y conquista y por las rivalidades políticas. Un hecho crucial marcó esta época: las Guerras Púnicas, un enfrentamiento armado entre romanos y cartagineses (264-146 a.C.). Más de ochenta años estuvieron los romanos en guerra contra sus vecinos de la ribera sur del Mediterráneo que tuvieron en la figura de Aníbal un punto de referencia victorioso hasta que, en el bando romano, Escipión consiguió derrotarle definitivamente. Esta victoria sirvió para que Roma fuese ampliando su radio de acción con nuevas conquistas (Galia Cisalpina, Iliria, norte de África, Macedonia y Grecia).


Jacopo Ripanda, Aníbal cruzando los Alpes (siglo XVI). Roma, Palazzo del Conservatori.

Siguió un tiempo de enorme agitación política y de importante desarrollo cultural, especialmente en el campo de la literatura y de las artes. La rivalidad política de Sila y Mario entre los siglos II y I a.C. alteró el pulso dela vida romana, que no volvió a la normalidad, pues ya en pleno siglo I a.C. Roma asistió a la rivalidad entre dos figuras destacadísimas: Pompeyo y César, compañeros al principio, pero que acabaron enfrentándose en una contienda civil entre partidarios de uno y otro, concluyendo con el triunfo de Julio César, personaje querido por una gran parte del pueblo y del ejército, excelente militar y buen político que no pudo saborear las mieles del triunfo debido a que fue asesinado a manos de su propio hijo, Bruto, y otros conjurados en el año 44 a.C.

Años después emergió la figura de Octavio Augusto con el que Roma iniciará una nueva etapa de su historia: el Imperio.


Para realizar la entrada, contáis con la información que el capítulo III de vuestro libro dedica a esta parte de la Historia de Roma y con las páginas de internet con las que estamos trabajando todo el curso. De nuevo, os asigno una parte a cada grupo. Las publicaremos antes del próximo viernes 22 de enero. Esta es la asignación de tareas:

1. Primeros siglos de la República: Conquista de la península itálica y los conflictos entre patricios y plebeyos :Carmen, Laura y Patricia.

2. La expansión romana en el Mediterráneo (mediados del siglo III a mediados del siglo II a.c.): Miguel y Javier.

3. El último siglo de la República (133-31 a.C.): Bárbara, Elena y Diana.

4. Organización económica, política y social durante la República: Carlos.

viernes, 8 de enero de 2010

DESCUBRIENDO ANTÍGONA, UNA TRAGEDIA DE SÓFOCLES

Antígona dando sepultura a Polinices


"ANTÍGONA: ¡Oh tumba, oh cámara nupcial, oh habitáculo bajo tierra que me guardará para siempre, adonde me dirijo al encuentro con los míos, a un gran número de los cuales, muertos ha recibido ya Perséfone! De ellos yo desciendo la última y de la peor manera con mucho, sin que haya cumplido mi destino en la vida. Sin embargo, al irme, alimento grandes esperanzas de llegar querida para mi padre y querida también para ti, madre, y para ti, hermano, porque, cuando vosotros estábais muertos, yo con mi manos os lavé y os dispuse todo y os ofrecí las libaciones sobre la tumba. Y ahora, Polinices, por ocultar tu cuerpo, consigo semejante trato. Pero yo te honré debidamente en opinión de los sensatos. Pues nunca, aunque hubiera sido madre de hijos, ni aunque mi esposo muerto se estuviera corrompiendo, hubiera tomado sobre mí esta tarea en contra de la voluntad de los ciudadanos.¿En virtud de qué principio hablo así? Si un esposo se muere, otro podréis tener, y un hijo de otro hombre si hubiera perdido uno, pero cuando el padre y la madre están ocultos en el Hades no podría jamás nacer un hermano. Y así, según este principio, te distingo yo entre todos con mis honras a Creonte una falta y un terrible atrevimiento, oh hermano. Y ahora me lleva, tras cogerme en sus manos, sin lecho nupcial, sin canto de bodas, sin haber tomado parte en el matrimonio ni en la crianza de hijos, sino que, de este modo, abandonada por los amigos, infeliz, me dirijo viva hacia los sepulcros de los muertos."


Durante los últimos días, nuestra clase de latín se ha convertido en un espacio de lectura "a lo dramático". Aunque no forma parte de la literatura latina, la Antígona de Sófocles es una de las mayores cimas teatrales de la civilización clásica y de la literatura universal, es por ello que me he atrevido a trabajarla en el aula con vosotros. El mito de Antígona ha dado lugar a varias obras dramáticas, operísticas y teatrales, como las que siguen a continuación (por si a alguien le interesa navegar por el oceáno de las Antígonas):

Antígona (Sófocles), la tragedia de Sófocles (ca. 442 a. C.);
La pasión según Antígona Pérez, obra teatral de Luis Rafael Sánchez (1968);
Antígona (Tommaso Traetta), ópera de Tommaso Traetta (1772);
Antígona (Walter Hasenclever), obra teatral de Walter Hasenclever (1917);
Antígona (Arthur Honegger), ópera de Arthur Honegger (1927);
Antígona (Anouilh), obra teatral de Jean Anouilh (1946);
Antígona (Bertolt Brecht), obra teatral de Bertolt Brecht (1947);
Antígonae, ópera de Carl Orff (1949);
Antígona Vélez, obra teatral de Leopoldo Marechal (1951);
Antígona (Salvador Espriu), obra teatral de Salvador Espriu (1955);
Berliner Antigone, obra teatral de Rolf Hochhuth (1963);
Antígona Furiosa, obra de Griselda Gambaro (1988);
Antigone oder Die Stadt, ópera de Georg Katzer (1991);
La tumba de Antígona, ensayo de María Zambrano (1983);
Antígona (Henry Bauchau), novela de Henry Bauchau (1997).

Antígona es hija de Edipo y Yocasta. Cuando Edipo por medio del oráculo del viejo Tiresias conoce sus crímenes, se quita la vista y decreta su propio destierro de Tebas. Ciego y mendicante deambula por los caminos acompañado de esta hija. Cuando Edipo muere, Antígona regresa a Tebas; vive allí con su hermana Ismena, y sus hermanos, Etéocles y Polinices. En la Guerra de los Siete Jefes, Etéocles y Polinices luchan en bandos contrarios; mueren ambos, uno a manos del otro. Creonte, rey de Tebas y tío de los hermanos, decreta exequias solemnes para Etéocles, y prohíbe que se dé sepultura a Polinices, acusado de traidor a la patria. Antígona –considerando el deber sagrado de dar sepultura a los muertos, deber primero impuesto por los dioses y las leyes no escritas– infringió el decreto de Creonte y cumplió con la obligación religiosa. Fue condenada a muerte y enterrada viva en la tumba de sus ascendientes, los Labdácidas. Se ahorcó en su prisión, y Hemón, su prometido, e hijo de Creonte, se suicidó sobre su cadáver.

Trata de ampliar esta información con aquellos aspectos que te interesen a partir de la lectura realizada.

Sófocles la escribió en el siglo V a.c. pero, planteado el conflicto también en la actualidad, podemos advertir que en Antígona se enfrentan dos nociones del deber: la familiar, caracterizada por el respeto a las normas religiosas y que representa la propia Antígona, y la civil, caracterizada por el cumplimiento de las leyes del Estado y representada por Creonte, rey de Tebas. Aquí se abre un debate moral y polémico: ¿hasta qué punto la libertad personal puede ser controlada por los poderes públicos?¿ ¿Debe Antígona ser considerada inocente o culpable, heroína o verdugo? ¿Se comporta Creonte como un rey justo o como un tirano autoritario e implacable?¿Qué parte de responsabilidad creéis que tiene cada uno en los acontecimientos que se desencadenan al final?

Recordemos las palabras finales de Creonte, al enterarse de la tragedia acaecida sobre su familia:

"PAJE.–Tú puedes verla, que ya no está en el interior. (Ábrese la puerta central y aparece el cadáver de Eurídice, acompañado de doncellas.)
CREONTE.–¡Ay de mí! ¡Nueva calamidad delante de mis ojos, oh desdichado! ¿Cuál es, cuál es el golpe que todavía me aguarda? En mis manos tenía a mi hijo cadáver, y ahora, desdichado, veo ante mí otro cadáver. ¡Ay, ay madre desventurada, ay hijo mío!
PAJE.–Al pie del altar, y clavándose una aguda espada, ha apagado la luz de sus ojos, lamentando las donosas bodas del hijo que antes murió, de Megareo, y ahora las de este, y entonando por fin funestas imprecaciones contra ti como asesino de tus hijos.
CREONTE.–¡Ay, ay de mí! Me estremece el espanto. ¿No habrá alguien que empuñe espada de doble filo y me atraviese de frente? Miserable soy, ¡triste de mí!, y de miserables angustias estoy pendiente.
PAJE.–Al menos ella, al morir, a ti te acusaba de causante de estas calamidades y de las anteriores.
CREONTE.–¿Y en qué forma se ha dado la muerte?
PAJE.–Ella por sí misma se ha atravesado el corazón así que ha oído la tristemente lamentada muerte de su hijo.
CREONTE.–¡Ay de mí! A nadie, a nadie sino a mí se culpe jamás de este crimen. Yo te he muerto, hijo; yo, desdichado, lo confieso abiertamente. Sacadme de aquí, ¡oh siervos!, cuanto antes; sacadme fuera; yo ya no existo, yo ya no soy."

¿Qué enseñanza crees que podemos extraer de la obra de Sófocles?


Un saludo a todos. Acabo de enterarme de que nuestra compañera Ionela se traslada a Guadalajara, me da mucha pena, si nos estás leyendo, quiero que sepas que eres una alumna ejemplar. Espero que todo te vaya bien y que sigas estudiando latín. Este espacio sigue abierto, puedes intervenir siempre que quieras. Te vamos a echar mucho de menos. Un abrazo fuerte y mucha suerte en tu nueva vida.